Sin duda, ha sido atractivo incluso para los eslovenos en la emigración. Casi no había hogar esloveno alguno que no tuviera un grupo de actuación. La Casa Eslovena de Buenos Aires albergaba la sección teatral de la Acción cultural eslovena que fue creada el 22 de julio de 1954.
Si tomamos las palabras del Sr. Lojze Rezelj, quien describió ampliamente en el Anuario de la Acción cultural eslovena 1954-1994 cómo se desarrolló la sección teatral, podemos decir que el teatro es un arte que requiere cooperación activa, esfuerzo mental, amor por la lengua materna; pero también brinda experiencias y conocimientos profundos. El teatro educa, ennoblece y alegra. Sin duda, ha sido atractivo incluso para los eslovenos en la emigración. Casi no había hogar esloveno alguno que no tuviera un grupo de actuación. La Casa Eslovena de Buenos Aires albergaba la sección teatral de la Acción cultural eslovena que fue creada el 22 de julio de 1954. Aquí se ubicaba el teatro esloveno de Buenos Aires.
El director de teatro Nikolaj Jeločnik organizó una escuela de teatro como parte de nuestra institución, abarcando la alegría de los aficionados y queriendo elevarla al nivel de interés profesional. Prueba de la modernidad en el teatro esloveno emigrante son obras originales escritas y que fueron representadas en numerosas ocasiones. La obra de Marjan Willenpart El último ladrón se publicó en formato libro impreso. Trataba acerca del descubrimiento en Buenos Aires de los acontecimientos durante la revolución en la patria, y fue un gran éxito en el escenario. Otra obra importante es Martin Krpan en varios actos de Vombergar, según la versión menos conocida de Levstik. Tuvo gran éxito en Buenos Aires (cinco funciones consecutivas). Vombergar también ha presentado varias obras que son, en parte, eco de antiguas obras radiales: Pretendientes extraños, Dos hermanos, Arcoiris, El corazón materno, Madre, El llamado divino, etc.